martes, 10 de noviembre de 2009

Hoy

Hoy se respira en clase un ambiente cargado, oscuro y triste. La penumbra ayuda.
Hace calor, me sudan las manos, los dedos. El boli se me resbala y me cuesta escribir.

No aguanto mas! a nadie parece agobiarle tanto como a mí. y por supuesto nadie nota mi nerviosismo, nadie me presta atención.
Necesito hacer algo, no se el que. Necesito distraerme.
Me voy.

Guardo mis cosas en la mochila lo mas rápido que puedo.
parece que lo hago también discretamente, porque paso totalmente desapercibido.
No salgo corriendo porque no quiero molestar al profesor.
Solo hace su trabajo como puede.
Cierro la puerta y a mi alrededor sigue el mundo. Sigue la vida.
Continúa el posible pensamiento de algún otro insecto al que, como a mí, le haya dado por pensar.
Me muevo, comienzo a caminar ¿Ahora a dónde voy?

Pues a las escaleras, a la cantina mismo a ver si me distraigo un rato. A la calle, donde seguramente la gente siga sín fijarse en mí.


NO.
Paso de todo.

Subo. Subo y llego a la última planta. Camino y camino y al final del pasillo doy de cara con una solitaria puerta.
Me llama la atención y la abro.




Sigo sudando y nervioso. Me siento como el insecto que somos todos.
Estoy en una especia de azotea, de tejado.
Desde aqui se ve muy bien la ciudad.



Dejo la mochila, la chaqueta y el miedo en el suelo a mi lado.
Cierro los ojos y corro para dejarlo todo atrás...

1 comentario: