martes, 19 de octubre de 2010

Despedida de Judas

Ya sólo me queda la sombra de este olivo.
La luz que de luna nace
y para muchos ilumina un futuro
Ya no hace brillar el mío.
El destierro y el latir
de un corazón que ya no late
son los que hacen ahora aguante
de lo que antes era un sentir.
Cansado y herido
Como estoy ahora.
Transformadas estas horas
en un triste malvivir,
siento que en el pecho el alma,
que al son de la razón llora,
sale por mi sucia boca
y vuela arriba hasta morir.
Sale sin romper el techo
De esta cárcel de horrores;
De esta nube de amores;
De este que ahora es mi hogar.
Cada vez que lo pienso
Me lamento e imploro,
Que me perdone mi rey, mi pueblo
y me recuerde la libertad.
Me encuentro ajeno del tiempo,
Moribundo e indefenso,
Tan sediento que bebo lágrimas,
Tan sólo que no me tengo.
Singuen todas mis páginas
Explicando lo que no entiendo,
tan triste que cuando lo pienso
rompo y comienzo a gritar,
y mi grito se hace letra,
y mi letra la sutil receta
del veneno que a morir me invita.
Y así, tentado y muerto ya en vida,
Encerrado en lo que fue cuerpo
Y ahora es cárcel de un suicida,
Dejo escrito en esta tinta
Lo que antes de morir puedo,
Pero no sin antes decirle al mundo:
Aquí se queda lo que yo te debo.

domingo, 23 de mayo de 2010

Asalto

Asaltan mi castillo. Se oyen ya, desde hace siglos, los golpes del ariete contra esta fortaleza que, aunque así lo creen todos, no es infranqueable. He mandado arqueros a las torres y a los muros, junto con catapultas que ya los guardan. He dado orden de formar a la caballería y a la infantería junto a cada puerta; de subir los puentes y la moral de cada guerrero, de cada ciudadano y siervo que va a morir por mí, por su rey y por su reino; por su libertad, su familia y la de otros, por mis flechas o las flechas enemigas. Los que sobrevivan serán torturados hasta la saciedad. Las mujeres serán violadas una y otra vez, quizá hasta que mueran, quizá también después. Los pobres lucharan y morirán, los ricos mirarán y morirán. El enemigo se alzará victorioso. Ya los escucho subir sin prisa. Quieren que me asuste, que me torture con la derrota, quieren que desee desaparecer, posiblemente que me quite la vida. Pero no estoy dispuesto a darle oportunidades al miedo para que me inunde y me gane la partida. Porque a mí solo me vence no conocer qué es el amor; porque solo me vencerá no conocer qué es la muerte. Han dado ya sus vidas, cada caballero, cada hombre, cada mujer y niño. Estoy solo frente a mí mismo, frente a todos los muertos con los que pronto conviviré, y lo único que me desconcierta es no saber y no poder saber que queda cuando no hay nada. Todos los míos lo saben ya, muchos de los suyos también. Ya arremeten contra el portal de mi alcoba. Yo me despido aquí pidiendo un favor: recordad a cuantos lucharon, recordad a los que vivieron y ganaron, a los que perdieron y murieron, porque gracias a ellos hoy vosotros sois libres.

lunes, 10 de mayo de 2010

Silencio

Silencio. El suelo, el mar, tú, la noche y las estrellas. Solo se escuchan las olas sin malicia rompiendo en la playa, mojando la arena antes seca, cambiando su estado en instantes. Y en este instante de suspiros estamos los dos callados. Yo mirando tu rostro asustado y perdido, inexpresivo y sorprendido, con tus labios juntos y apretados provocando tensión en tus mejillas de cereza; con tu mirada que no encuentra el camino hacia la mía y solo refleja la inmensa oscuridad y los parpadeos del cielo estrellado; con tus cejas finas apuntando hacia tu preciosa nariz, que ahora solo puede oler el aroma de las flores que lo rodean todo. Tú simplemente estando. Me miras, yo me asusto tanto que pienso que mi corazón se pincha, que mis tripas encojen, que mis piernas van a morir arrodilladas, que mis ojos se ciegan, que ahora solo me quedan estos oídos expectantes cansados de escuchar el mar, anhelando escuchar tu voz. - Sí, sí que me casaré contigo-. Lo sabía, nunca lo he dudado, nunca he pensado que dijeras lo contrario, nunca he temido, porque nunca has estado asustada ni perdida, nunca has estado inexpresiva ni has tenido duda en el rostro, nunca se han tensado tus mejillas, nunca has mirado al cielo, siempre me has mirado a mí, siempre me has amado como yo te amo. Me levanto y me abrazas tan fuerte que parece que quieras meterme dentro de ti. Nos besamos como siempre lo hacemos, como si fuera ese ultimo beso, aquel beso lejano que nunca querremos que suceda. Me das tu mano y pronto tienes un anillo que exhibir. Los dos sonreímos como un niño y una niña, con el rostro lleno de sincera alegría. Andamos hacia la playa, ahora si, a escuchar el mar y disfrutar de nuestra vida. Mientras vamos hacia allí pienso en como me ha engañado el miedo, en como me ha cerrado los ojos a la realidad. Menos mal que solo ha sido un instante, menos mal que has dicho sí quiero.

domingo, 9 de mayo de 2010

Recordando días peores

Mi alma no sabe hüir
De la tristeza seca;
De los amargos pesares;
De la cruda soledad.
Y muere poco a poco
Dentro de mi cuerpo,
Triste y sola,
Seca y pesada.

jueves, 6 de mayo de 2010

Brisa

Tirita, como de nervios, como por intriga, la brisa de este ocaso. El sol se baña de oro, mientras, me pierdo en tus ojos cristalinos, llenos de eternidad, atado a los recovecos de tu alma. No existe tiempo, ni silencio; ni ocaso, ni existencia; ni vida más allá de ti. Respiramos por necesidad, lo demás se quema antes de alcanzarnos. Ahora no hay sueños que cumplir, no los recordamos. TE BESO. Quiero que sepas que mi esencia, eso que siento más allá del cuerpo, es tuya. Te beso de forma que sepas que no necesito promesas para decir que te amo, para que sepas que soy tuyo; para que sepas que lo seré siempre. De repente, aquella brisa nerviosa llega a nosotros y me distrae. Un viento cálido y gracioso, que juega y se esconde. ME BESAS, y me sorprendo tanto que no alcanzo al tiempo para cerrar los ojos. “Yo también te amo; yo también soy tuya; yo tampoco quiero tiempo, ni silencio. Quédate también con una parte de mí. Compartamos días y noches, vida y sueños”. Solo necesitas besarme para decirlo. Al separarnos, lo hacemos despacio. Yo sigo mirándote, y tú te muerdes el labio mientras un solitario escalofrío mece tu cuerpo. Sonreímos los dos… No se escucha al tiempo.

lunes, 8 de marzo de 2010

Una pagina en blanco observo mientras el pensar me abruma.
¿Cómo pudo la dicha ser tan traicionera? ¿Cómo fortuna desaparece en el fugaz soplo de una chispa de viento? Puto traidor aparece el destino en esta rampa. Figura invisible, imperceptible que condiciona el camino.

Pero ¿y si el comienzo del andar fuera en realidad comienzo? ¿Entonces anda el que habla o camina el que guía nuestros pasos?
Y nuestros pasos, una vez decididos ¿a donde nos llevan?
¿Será que el desconocer el fin es llamado destino?

domingo, 7 de marzo de 2010

Hace ya algún tiempo que no escribo, tal vez sea por escasez de tiempo, tal vez porque ultimamente he preferido leer. Lo que esta claro es que siempre hay algo que contar, desde el cuento mas sencillo a la reflexión mas compleja.
Pues hoy escribo acerca de algo que todos miramos pero no todos vemos, algo que sin esfuerzo evadimos, y sobre las razones de que lo evitemos.

Me refiero al funciona miento de este mundo a través del dinero.
Puedes pensar: ``el dinero no da la felicidad``. Menuda idiotez.
Hoy estaba con unos amigos, hablando un rato sobre alguna tontería que nos haga pensar en otra cosa que no sea esta sociedad asquerosa, cuando uno de ellos ha dicho esa gilipollez que he mencionado hace unas lineas. Otro le ha contestado algo así como: No, no da la felicidad, la compra.

Y, señoras y señores, por mucho que nos pese, es tristemente cierto.
Por ejemplo, ahora mismo está pasando en nuestra casa, por así decirlo. Pasa en tu casa o en la de tu vecino. Papá ya no tiene trabajo, le han bajado el sueldo, le han echado después de 30 años currando como un cabrón y que ahora en la calle, no sabe hacer otra cosa y se siente un inútil cuando, a eso de las 17:00, hora en la que debería estar dando el callo, tú, un criajo sin futuro te conectas a tuenti desde el portátil que él te compró.
No sabe usar el PC, ni sabe porque cojones estás ahí sentado sin preocuparte de nada, mientras se debana los sesos pensando de dónde vais a comer mañana. Seguramente serán principios de mes, así que imaginate a finales. Que impotencia!! Pero lo mejor de todo es que por lo que se preocupa el buen hombre, extresado, malhumorado, depresivo, es porque no te puede dar dinero para irte de fiesta este fin de semana.

Pero por supuesto pensamos que el que le hayan largado del curro no significa que no sea feliz. Venga coño, que ni él tiene para llevar su casa adelante, ni tu para tus caprichos de adolescente pajillero. Así que tanto uno como otro cabreados, y ya no digo nada de las madres, que tiene que ser lo mejor el tener a tu marido en casa todo el puto dia, con el pijama puesto y tan desanimado con sus propios calentamientos de cabeza que no rasca bola. Ahí de mi! pensaran esas mujeres.

Si quereis os hablo de los problemas en casa que esto conlleva, de las discursiones, con mas o menos tono, de los portazos, de los chavales saliendo cada vez más para ver cada vez menos, de las drogas y el alcohol que aparecen en los momentos de debilidad,etc. Hoy no, hoy solo un ejemplo de que el dinero no da la felicidad... HASTA EN EL MUNDO DE BLANCANIEVES!!